La berenjena es una de esas hortalizas que estoy intentando cocinar de formas distintas a lo habitual, pero el principal problema es que puede resultar un poco amarga y dejar cierto picor en la garganta si no se cocina bien, arruinando por completo el plato que hemos preparado.
Por eso en esta entrada os voy a dar 3 sencillos trucos para eliminar el amargor y poder incorporar la berenjena a nuestros platos con total tranquilidad.
Para todos los trucos debemos tener cortada la berenjena en rodajas, ya sea con o sin piel.
TRUCO 1: Cogemos un escurridor grande o en su defecto pondremos papel absorbente sobre la encimera. Sobre él vamos poniendo una capa de rodajas de berenjena y les añadimos sal por encima. Si lo hacemos en el escurridor, seguiremos poniendo capas. La dejamos reposar mínimo 30 minutos y veremos que suelta un líquido marrón que es donde queda el amargor. Pasado el tiempo las enjuagamos con agua y ya las tenemos listas para usar.
TRUCO 2: Ponemos las rodajas de berenjena en un recipiente con bastante sal, agua fría y un chorrito de leche. Las dejamos reposar 30 minutos y veremos que el agua se vuelve de color amarronado. Las enjuagamos con agua y listas.
TRUCO 3: Es igual que el anterior pero sustituyendo el chorrito de leche por una cucharada de harina.
Esto es todo por hoy. Más adelante os daré recetas con berenjenas para que pongáis estos trucos en práctica. Espero que os hayan sido útiles.
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